La obra de Santiago Alfonso desarrolla el principio fundamental del ordenamiento jurídico, y razón de toda construcción posterior, de igual e inviolable dignidad de la persona humana.

Como punto de partida y dando inicio a una nueva etapa del Derecho Constitucional y del Derecho en general, se remonta a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, cuyos hitos destacados son los juicios de Núremberg, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la sanción de la Constitución Alemana.

El viejo concepto de Estado de Derecho asume a partir de los hitos mencionados algunos contenidos concretos, principalmente el reconocimiento de la dignidad humana y promoción de los Derechos Humanos, como exigencias básicas y universales de justicia.

A lo largo de sus 10 capítulos se identifican los procesos fundamentales que se han desarrollado para dar lugar a su forma actual: el Estado Constitucional de Derecho. Además, se estudian los procesos de evolución y cambios en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que dan lugar a un nuevo orden público internacional, sin fronteras, que penetran y transforman los ordenamientos jurídicos locales.

En la base de esos cambios, se encuentra el principio de igual e inviolable dignidad de la persona humana, como motor que impulsa, fundamenta y explica realidades propias y características de esta nueva era jurídica.